BONZOS GOES TO COLONIA

La Historia jamás contada.

 

Pónganse cómodos que Pipo tiene una historia para contarles. Una leyenda que muy pocos saben y que otros quisieron olvidar. Se trata de la gran excursión a Colonia del Sacramento, gratos recuerdos, una aventura repleta de anécdotas y sucesos inolvidables. Hago un poco de memoria, me sirvo un vaso de agua de la canilla, y les cuento... ahhh.

Todo comienza en la mañana del 21 de Febrero del 2004 en la plaza Libertad también conocida como la de Cagancha. Una soleada mañana, muy particular ya que en la noche anterior habíamos tocado en Zur con varias bandas, y digo habíamos porque a esa altura me empecé a sentir parte de la banda. El vehículo encargado de llevar a Bonzos y a la gente de Asunto Pendiente resultó ser una especie de camioneta de escolares manejada por un simpático personaje fanático de Shakira que nos llevó a gran velocidad por la ruta uno escuchando un cassette con los éxitos de la colombianísima.

 

Antes de llegar al famoso Club Nacional hubo una pausa para ir al baño en un parador-museo, donde le cambiamos el agua a las aceitunas y visitamos la parte de "degustaciones". Arrasamos con el dulce de leche y los quesos artesanales y después si, seguimos para Colonia del Sacramento sin escalas.

 

La sede del Club Nacional de Fútbol de Colonia resultó ser un espléndido galpón con techo de chapa muy cercano a la costa. En la vuelta andaban algunos miembros de bandas locales que iban a tocar y estaban armando la batería y la parte eléctrica. Por adentro el club consistía en cuatro paredes de bloque, una barra abandonada (en la cual no tenían agua), un estante con trofeos (copas, medallas y plaquetas), un pool (que fue usado por algún Bonzo para dormir sobre él) y un baño de damas... eso era todo. Por supuesto que las grandes masas de personas se agolpaban en la puerta desde temprano para no quedarse sin entrada. El baño de caballeros no estaba habilitado así que muchos cumplimos ese día el sueño de entrar a un baño de damas.

 

A todo esto se había hecho tarde y decidimos que había que salir a dar un paseo por la ciudad. Seguimos la vía del tren hasta el puerto donde nos encontramos con los miembros de Charlie tres. Miramos la puesta de sol junto a ellos, en un recordado momento por quien escribe. Uno de esos instantes mágicos que nos regala la naturaleza con el tibio sol anaranjado ocultándose sobre el Río de La Plata y el viento soplando para hacernos ver la realidad, que estábamos ahi, en silencio, disfrutando algo único y extraño a 180 kilómetros de nuestras casas. Justamente uno de los Charlie tres dijo la recordada, y luego célebre, frase: "allá no hay de esto boludo...". Un acertado pensamiento de nuestro amigo porteño.

 

El sol se había ido, una banda probaba sonido y el club seguía vacío. Estuvimos un rato ahí y después fuimos en procura de algún lugar para comer algo. Buscamos el centro sin mucho éxito. Casi todo estaba cerrado y terminamos en un carrito comiendo hamburguesas y armando la lista de temas que luego fuera ignorada por completo. El tipo del carrito nos comentó que iba a haber un toque gratis en la plaza... no eran muy buenas noticias. Las masas de rockeros se enteraron y fueron para ahí.

 

Volvimos al desolado club y la primera banda ya había tocado. Después tocó Impertinentes que tenía un guitarrista que parecía que se iba a doblar a la mitad o iba a enganchar todos los cables con sus veloces movimientos.

Y le llegó el turno a Bonzos! Vamos a decir las cosas como son, el público era la gente de las otras bandas, algún curioso y alguna vieja gloria del club que se presentó en forma de espíritu. Decidimos arrancar con Durango 95 (temblaban los trofeos), Teenage Lobotomy y un enganchado de temas que poco tenía que ver con la lista que habíamos confeccionado minutos antes pero a nadie le importaba. El bombo tenía vida propia y se paseaba por todo el local. Algún tema propio también sonó y, aunque aquello no era nada de lo que habíamos pensado, o hubiésemos querido,  nos divertimos, tocamos un montón de temas y cumplimos con todos los pedidos de temas de Ramones. Beat on the Brat, Pet Sematary, Chinese Rock, pedía la gente. Se cumplió con las peticiones del momento (incluso con una antológica version de "Do you remeber rock and roll radio?")

 

Después tocó Asunto Pendiente en un gran despliegue de energía. La gente de Charlie Tres nunca llegó porque habían ido a Nueva Palmira a un toque que se suspendió y después pasaron por Carmelo pero el simpático conductor se perdíó. Solo quedaba jugar al futbolito, o dormir sobre el pool mientras esperábamos que llegara nuestro chofer. En esa espera surgió otra de las grandes frases que integran la memoria colectiva de Bonzos que fue acuñada por el dueño del barsucho que estaba pegado al club: "¿No tienen casa hijos de puta?" gritaba el personaje que terminó jugando al futbolito con nosotros hasta altas horas.

 

Más de uno estaba afectado por el alcohol a esa altura de la noche. Recuerdo que la camioneta llegó y los de Charlie Tres querían pegarle a alguien. Después solo tengo flashes del tio Lau riendo a carcajadas y tosiendo, a alguno diciendo que todo había sido una jodita para Video Match, y tengo el vago recuerdo de mi cabeza apoyada contra una ventana que se movía mucho y me despertaba golpeándome. Llovía... creo... no me acuerdo mucho porque estaba cansado.

 

Pipo Dragone   

 

eso es todo amigos